Libro

 Acerca del Libro ¨El animal¨

«Sentí la soga invisible que unía nuestras miradas; desde allá la había lanzado el zorro con toda su belleza y había logrado que la distancia entre nosotros se desvaneciera, no existiera. Y si bien yo había quedado inmóvil, fija mi mirada en la del zorro, sentí que alrededor todo comenzaba a balancearse, como si hubiera llegado el primer viento que arrastra las hojas. Los árboles habían vuelto a tener su verde y su sonido. El paisaje, que unos minutos antes había visto quieto y como una lámina, de repente palpitaba, y sin dejar de mirar al zorro, como si todo naciera desde él, vi el bosque que se extendía profundo y crecía por los árboles, el cielo, un montón de verdes y grises, las nubes y sus distintas densidades».

Los protagonistas de estas historias caminan por la delgada línea que separa al animal del hombre, a la infancia de la adultez, a la vida de la muerte. Sobre esa cuerda avanzan a duras penas, haciendo equilibrio. Sin embargo, van llegando a sus vidas miradas que los salvan, y no los dejan caer. Esas miradas abren sus corazones y transportan a estos personajes a momentos mágicos donde, de repente, esa línea que separa deja de existir. El hombre entonces se funde con el animal, el adulto es otra vez niño y el amor da vida a los que murieron.

Acerca del libro Qué hacemos en el invierno

Guiados por lo invisible más que por lo que ven sus ojos, los personajes de estos cuentos suelen ser incomprendidos. No les importa. Siguen su camino, se arriesgan a la soledad. Ellos intuyen que no adaptarse no significa dejar de lado al mundo, sino despejarlo para cruzarse con quienes verdaderamente tienen que encontrarse.

Acerca del libro Un encuentro de dos minutos

«Mirá… el ser humano, no cualquiera, sino el hombre que todavía pregunta y anda queriendo saber, es un infeliz sin pausa. Lo tocaron con una varita y le dieron la culpa. ¿De qué? Bueno, no sé… digamos la culpa de esperar otra cosa. Esos tipos son una especie. Ese tipo una y otra vez se tira contra la pared porque sospecha. En secreto se dice: «A mí no me engañan, tiene que haber algo más». ¡Tiene que haber!... y se da contra la pared. ¡Tiene que haber!... y se levanta. ¡Tiene que haber!... y va otra vez. ¿Te das cuenta? ¡Está totalmente loco! Eso es lo que lo hace hermoso… eso es lo que va a salvarlo».

Los personajes de estas historias chocan contra una puerta. Pero no siempre. A veces esa puerta se abre y pasan del otro lado. En esos instantes, la intuición se antepone al razonamiento. La voz interior puede más que mil voces ajenas. La lógica se derrumba ante el misterio. Entre las líneas de estos cuentos, por debajo de una vida vertiginosa, donde lo instantáneo destruye a los instantes, otra vida intenta abrirse camino. El ser humano abandona la senda señalada y va en busca de su propia verdad. 

Acerca del libro Última estación: Fideos con queso

«Ya hace tiempo que mientras viajo, imagino que en el subte comienzo una conversación. Toco el hombro de alguien, lo miro a los ojos y le hablo. Hay momentos en que estoy lleno de confianza en la humanidad y se me ocurre que esa persona va a entender sin problemas a lo que me refiero. Entonces no ando con vueltas y le digo: "Disculpe..., ¿no cree que usted y yo estamos para más?"». 

Estas historias están ocurriendo, y no faltan en ellas ni hondura ni agilidad en el relato. Estos cuentos —algunos publicados en La Nación On Line— nos hablan de personajes peculiares y a la vez cotidianos.

Dónde conseguir estos libros.

En Mar Azul (Partido de Villa Gesell)
- Librería Alfonsina. Calle Mar del Plata, casi esquina 37.
- La Zorra (Restaurante-biblioteca). Calle Punta del Este y 35.
- Lavanda, Tienda de arte. Calle Necochea y 45.

En CABA
- Librería del Instituto. Rodriguez Peña 1054, CABA. 4811–5906

- O preguntame a msguerrera@gmail.com